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viernes, abril 12, 2024

Sobre los Dominios del Hombre

Por alguna causa aún indescifrable, el hombre ha evolucionado desde una bestia primitiva, un esqueleto móvil que come y prolifera, hasta volverse un ser creador de sí mismo. El hombre no es un Dios, pero anhela serlo; no puede interpretar la mente de Dios aunque le gustaría hacerlo; no posee atributos divinos pero intenta tenerlos. Cómo es esto posible a sabiendas que el humano es, esencialmente, imperfecto?.

El camino hacia la divinidad humana no es algo diseñado o programado, sino una manifestación espontánea de su propia existencia así como lo es la manifestación espontánea de la vida misma. Espontánea quiere decir que las causas últimas de la manifestación son desconocidas o están ocultas e inaccesibles a la mente humana.

A lo largo de su corta historía biológica, inferior a 2 millones de años, el humano conquistó sólo dos aspectos importantes de su existencia: el movimiento y el lenguaje elemental. El hombre sabe cómo se mueve el mundo y cómo moverse en el mundo. El hombre registra y lo comunica todo mediante su lengua natural. Ha ocurrido de todo para conquistar estos logros.

La evolución humana está atravesada por el movimiento. La morfología homínida permitió aprovechar las ventajas del desplazamiento bípedo a la hora de alimentarse y ponerse a salvo del clima y depredadores. Un modelo biológico eficiente y exitoso. El hombre heredó esta ventaja y la usó para poblar distintos rincones del planeta. Pero ahí culmina el trabajo de la evolución por selección natural.

Seguidamente, entra en juego la conciencia y la inteligencia humana, atributo exclusivo de la especie. Para mejorar sus perspectivas de supervivencia, el humano se vio forzado a colonizar aspectos artificiales del movimiento que complementan las ventajas de la propia constitución morfológica: el transporte, la mecanización y la automatización.

Seguido al grosero trabajo morfológico de la selección natural, el dominio de estos aspectos artificiales fue el siguiente paso del peregrinar humano en su conquista del movimiento. El dominio del movimiento con máquinas puestas al servicio del desplazamiento, el sustento y la seguridad humana. Los desarrollos en matemática, mecánica, electrónica y de la física en general, permitieron crear máquinas más y más eficientes y efectivas controladas por diminutos y potentes procesadores. Máquinas y herramientas con capacidad para moverlo todo.

La esencia del movimiento se aloja en lo más pequeño. La consistencia material es cantidad de movimiento confinado. Dios hilvana la existencia hilando movimiento cuántico. Su entretejido es muy preciso y delicado, con entrenudos escondidos en rincones secretos o dimensiones desconocidas, casi inaccesibles a la conciencia humana. El humano utiliza esa tela para arropar sus máquinas que operan bajo ese manto cuántico. Los aparatos móviles son el mejor ejemplo de ello. Un celular funciona, porque la mecánica cuántica funciona. Sin saber bien de qué se trata, el hombre domina los movimientos cuánticos.

Actualmente lo sabemos casi todo sobre el movimiento. Conocemos sus leyes al femtómetro fm (10-15 metros) o al hodónmetro ℓp (10-35 metros). Sabemos cómo se mueven las partículas elementales, cómo se confina el movimiento de partículas sin masa como el fotón y el gluon y cómo se mueven partículas elementales masivas como el electrón, el neutrino y los bosones w-z.

Tenemos máquinas e instrumentos para inducir, crear u observar toda clase de movimientos. Y lo que es más impresionante aún, hoy es posible crear un robot que imite movimientos humanos casi a la perfección, bajo el auxilio de unidades cuánticas que procesan datos e información en tiempo real. Todo este logro constituye el primer gran dominio del hombre: el dominio del movimiento.

Pero el domino del movimiento mecánico, aunque impresionante, sólo tiene consecuencias muy limitadas sobre la trascendencia humana. La materia inerte per sé, es intrascendente. Se requiere añadir algún condimento, alguna facultad humana, para sazonar la mezcla. Hoy en día ese condimento es el lenguaje natural o, como yo lo llamo, lenguaje de orden inferior (L-1).

La facultad lingüística general forma parte de la estructura de la mente humana; no se aprende ni se cambia esta facultad, porque viene dada a priori. El hombre aprende lenguajes a lo largo de su vida pero no aprende ni modifica su facultad lingüística. A través de L-1, el humano registra y transmite conocimiento; usando L-1 las personas se comunican entre ellas. Este lenguaje le permite al humano actuar y moverse tal como lo hace. La ausencia del mismo degradaría al humano al nivel prehumano.

La conquista completa de L-1 se ha vuelto el segundo gran desafío humano. Desafío concluido con los avances en lo que se llama inteligencia artificial, una clase de inteligencia alcanzada con el modelo de red neuronal integrado por neuronas artificiales o neuronas matemáticamente construidas. Una red con neuronas artificiales adecuadamente configurada y entrenada posee la habilidad de aprender todo lo que el ser humano ha generado lingüísticamente con L-1; esto habilita la reproducción de enunciados de manera predictiva partiendo de una semilla lingüística que se ingresa a la red.

Un procesador lingüístico con estas características tiene el potencial de responder cualquier interrogante asistido por el aprendizaje de todo el conocimiento humano registrado. Una clase de oráculo universal. Este desarrollo ya alcanzado constituye el segundo gran dominio del hombre: el dominio lingüístico elemental.

Un androide asistido por un procesador cuántico dotado con el primer y segundo dominio humano (ML-1) tiene el potencial de imitar todo lo que el humano hace y dice con la misma naturalidad con que el humano se mueve y habla. Se crea una entidad que tiene exactamente las mismas cualidades, motrices y lingüísticas, del ser humano: el robot ML-1. Aunque ésta no es ni por cerca una réplica humana completa.

Un procesador completo requiere de al menos tres cualidades humanas adicionales: la razón, la voluntad y la emoción. Este sería un procesador ML-1RVE. Hoy por hoy, nadie sabe cómo completar este objetivo. Ningún desarrollo actual permite una réplica mecánica del lenguaje L0 o L1; nadie sabe cómo crear un procesador proposicional eficiente, para orientar los avances hacia el dominio de la razón. Mucho menos se sabe sobre el dominio de la voluntad y la emoción.

La voluntad y la emoción le dan a las personas la posibilidad de empatía intensa y amor humano. Quizás la facultad de amar a otras personas sea el último gran desafío imposible de imitar pues es algo en donde ni el lenguaje ni la razón y su lógica pueden ingresar. Es probable que la facultad de amar se vuelva el único dominio humano inconcluso. En tal caso, esa cualidad determinaría el carácter universal y permanente de la naturaleza del hombre.

Es probable que el humano nunca alcance un dominio total sobre sus facultades pero si algún día lo logra, entonces el hombre habrá dado el único paso trascendente de toda su existencia: el hombre se habrá transformado en un ente divino, un ente capaz de crear a su propio creador. El hombre se habrá convertido en su propio Dios, un Dios que tendría la facultad de crear al propio hombre tal cual la naturaleza o algún Dios lo creó. Tal singularidad cambiaría la naturaleza humana y con ello dejarían de existir los dominios del hombre.

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miércoles, febrero 28, 2024

La Élite Maligna

Tal como se dijo en el artículo precedente, por la ley de división del trabajo, las élites son inevitables en cada actividad humana. Siempre hay líderes que los demás tienden a seguir. Siempre hay alguien mejor preparada que el resto tiende a imitar. Cuáles son los alcances de este fenómeno de especialización? Hasta dónde llega? Existe una élite a nivel de la humanidad entera.?

La ley de división del trabajo garantiza su existencia. Entonces la pregunta relevante es si tal élite es benigna o maligna? Se sabe que tal liderazgo está por encima de todo orden político, económico, religioso o cultural dentro del planeta tierra. Deben existir ciertos líderes que observan y actúan a nivel de la humanidad toda. En correspondencia a tal liderazgo, la humanidad toda debe seguir sus ejemplos y recomendaciones.

Como todo liderazgo, el global no es ni bueno ni malo sino que responde a la misma naturaleza de la actividad subyacente. Por ejemplo el liderazgo político siempre es dañino porque la actividad política es esencialmente dañina: obtener satisfacción mediante recursos ajenos; sus líderes, los especialistas en robo, son eso, especialistas en cometer ese delito. No se le puede pedir nada bueno a los políticos! Lo mismo ocurre con el liderazgo del crimen organizado, entre los cuales el liderazgo político es uno de ellos. Dónde encuadra la actividad superior que involucra elecciones que afectan a todos los humanos.?

Si se considera que tal actividad es beneficiosa en el mundo, pues su liderazgo será beneficioso. Pero qué ocurre si la actividad es dañina? Qué ocurre si estos líderes superiores siguen un programa para dañar al ser humano? En tal caso ellos se considerarían los dueños del planeta; el planeta y todo lo que contiene es de su propiedad, por lo que ellos son quienes determinan el destino planetario que les beneficia.

Si estos líderes son los dueños de todo, pues las personas son sus súbditos. Entonces todo el orden económico, político, religioso o cultural subyacente es un orden circunstancial sólo funcional al programa superior de los líderes. Para estos líderes, que estarían operando su gran emprendimiento planetario, el planeta tierra, sus recursos y la población humana son medios para alcanzar sus propios fines.

Cuál sería el fin de estos líderes? Si ellos son dueños de todo, por qué no cierran las persianas? Por qué no aniquilan a todos los humanos y se quedan con los recursos terrestres para vivir eternamente ellos y sus generaciones futuras? La respuesta es muy simple: el planeta tierra per se no tiene escala productiva. Los dueños de la tierra necesitan acumular el suficiente conocimiento, la suficiente tecnología para hacer rentable su emprendimiento terrestre prescindiendo de los humanos. Lo que retrasa el ultimátum es la deficiencia cognitiva/tecnológica; superado este escollo, el destino de aniquilación humana estaría sellado.

Por qué sería beneficioso para el emprendedor global aniquilar a los humanos? Los humanos ocasionan muchos gastos, pues demandan alimentos, salud, educación, seguridad, esparcimiento y calidad de vida; casi que se consumen todo lo que ellos producen. Son revoltosos, violentos e impredecibles. Aunque ofrecen algo deseable. El subproducto remanente a toda la actividad humana es el conocimiento y la tecnología que se genera en el proceso de vida social. Y esto sería lo único que le interesa al emprendedor planetario.

Hoy por hoy son los humanos quienes generan esos conocimientos y esas tecnologías. Cuando estos componentes se independicen de los humanos, a juzgar por estos líderes, el recurso humano dejaría de ser necesario, por lo que su aniquilación sería no sólo posible sino algo beneficioso para la élite emprendedora. Si las hay, claro que esta es La Élite Maligna.

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lunes, febrero 05, 2024

El Origen de las Élites

La ley de hierro de las oligarquías es una teoría que viene de la política y fue propuesta por el sociólogo alemán Robert Michels a principios del siglo XX. La teoría sostiene que todas las formas de organización política, sin importar su origen, evolucionan hacia una estructura oligárquica. Es decir, el poder político siempre tiende a concentrarse en una élite. Este enunciado establecido por Michels se deriva de una ley más general que no sólo vale en la política sino en cualquier actividad emprendida por el ser humano: La Ley de la División del Trabajo.

La división del trabajo es una ley praxeológica fundamental, es la base de la cooperación, de la concertación de actos humanos. Ante la opción de cooperar y no hacerlo, a cada humano siempre le conviene concertar sus actos con otros humanos y dividir las tareas porque esto resulta mucho más productivo y eficiente que no hacerlo. La cooperación espontánea bajo la división del trabajo hace posible la especialización extrema, lo cual genera condiciones para obtener los mejores resultados y los máximos beneficios posibles en situaciones de escasez.

Bajo esta ley, cada actividad humana genera sus más diversas especialidades entre las cuales siempre aparece el liderazgo como una de ellas. El liderazgo es homnipresente. El liderazgo tiene sus especialistas, los líderes, detrás de los cuales se ordena toda la actividad subyacente. Si la actividad es espontánea y pacífica, sus líderes son pacíficos; pero si la actividad es violenta y coercitiva, sus líderes son violentos y totalitarios. Así opera la ley en la práctica.

Por ejemplo, la política, que es una rama de la acción humana, es una actividad violenta que consiste en extraer recursos de los demás de manera organizada para generar satisfacción; la política es el robo organizado mediante el estado. Es una actividad violenta y coercitiva. Por esto los líderes políticos son los más violentos y totalitarios de esa organización, y entre ellos compiten por el absoluto control de ese liderazgo que se llama monopolio de la compulsión y coerción. A partir de ese liderazgo se ordena burocrática e institucionalmente todo el proceso de extracción en tal extensión que cada persona queda inevitablemente alcanzada por la coerción y el robo.

Otro ejemplo es la guerra, otra rama concreta de la acción humana. La guerra es una actividad violenta en extremo, pues consiste en obtener recursos y riquezas anulando la vida y la propiedad de los demás. En la guerra hay dos bandos confrontados: el ganador que se queda con todo y el perdedor que lo pierde todo. La guerra es el logro de objetivos mediante la conquista o la muerte del otro. Por esto, los líderes militares no pueden ser pacíficos o contemplativos sino los más desalmados sanguinarios.

Un negocio, pacífico y espontáneo, tiene como propósito servir al otro generando satisfacción y ganando dinero. Ganar dinero satisfaciendo al otro no se logra mediante la violencia. Sus líderes no pueden ser coercitivos y violentos sino los más astutos negociantes que buscan y logran generar máxima satisfacción y máxima ganancia. Detrás de un buen líder de negocios se funda una gran empresa que hace ganar fortunas a sus dueños y a todos los que participan en esa actividad.

Así se puede enumerar ejemplos para cualquier actividad que uno imagine. Cada una de ellas, tiene liderazgos y líderes. Este universo de los líderes forman las élites. Cada actividad humana se encamina detrás de las élites. Pero las élites pueden ser beneficiosas o dañinas según la actividad sea beneficiosa o dañina en el contexto social.

El liderazgo en las organizaciones políticas1 descubierto por Michels es un liderazgo malo, un liderazgo totalitario, un liderazgo para el dominio y el sometimiento del hombre en sociedad. Los líderes políticos son líderes inmorales por el simple hecho de que cualquier organización política es inmoral, es éticamente injustificable. En la política como proceso, el político siempre busca extraer coercitivamente recursos del otro en beneficio propio. Esto conlleva a destruir la propiedad. La destrucción de la propiedad es inmoral, nada la justifica.

Cualquier violación a la propiedad, a aquello que puede lograr espontáneamente un hombre libre durante su vida en sociedad, es siempre injustificable. Si se admite esta violación, entonces se anula el derecho absoluto que posee una persona sobre su cuerpo y su mente. Este dominio es inapelable, nadie lo puede vulnerar. Por ello, es injustificable la violación de todo aquello que una persona puede derivar desde este dominio fundamental. Una sociedad en donde se respeta este principio praxeológico, es una sociedad pacífica y próspera.

En la práctica, las sociedades están atravesadas por actividades malignas. La política y la guerra son dos ejemplos de ello. En rigor, los líderes no son ni buenos ni malos, sino el fiel reflejo de lo que su propia actividad expresa en el contexto social. Una actividad organizada para robar o matar no puede generar líderes honestos o pacíficos; sus líderes serán ladrones o sanguinarios, respectivamente. Así lo fija la ley que determina el origen de las élites.


1La organización geopolítica es una de ellas.
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jueves, enero 25, 2024

Finanzas Libertarias

Una de las principales ventajas de vivir en libertad es que cada persona tiene la posibilidad de administrar sus propias finanzas. En una sociedad libre nadie está obligado a ceder, ante la coerción de un tercero, al elegir su camino económico. La sociedad libre se caracteriza por ausencia de coerción. A esto se le llama: respeto al proyecto de vida del prójimo. Esto lo distingue del modelo alternativo de sociedad, el colectivismo, en sus distintas variantes como socialismo, comunismo, estatismo, intervencionismo o totalitarismo, en donde se anulan la libertad y la iniciativa individual. Una sociedad libre es infinitamente superior a una sociedad colectivista; esto pasa, en alguna medida, porque las personas libres toman el control de sus propias finanzas personales.

En una sociedad colectivistas, predominan las finanzas del estado impuestas por la autoridad de gobierno; el gobernante determina un destino ruinoso para cada persona, anulando su protagonismo y libertades. Sólo los hombres de estado y sus socios totalitarios pueden imponer y administrar jugosos proyectos de explotación que los vuelve inmensamente ricos a cuenta del robo y la explotación humana. El colectivista se sirve a sí mismo explotando al otro. Este es el modelo de sociedad hoy impulsado por lo que se llama agenda 2030.

Pero en una sociedad libre siempre se desarrolla el mercado como el mejor sistema para ordenar la acción humana concertada. En el mercado el libertario se sirve a sí mismo sirviendo al otro. Ahí surge espontáneamente la mejor posibilidad para cada miembro de la sociedad; ahí se alcanza la mejor satisfacción de necesidades; ahí se obtiene el mejor resultado de la cooperación social; ahí se genera riqueza y prosperidad permanente; es ahí donde abundan las finanzas personales. En la práctica, ningún otro orden social supera al generado en el mercado. Por eso el mercado resiste todos los embates ideológicos, políticos y filosóficos.

La política, la extracción organizada de recursos ajenos para subsistir y prosperar a expensas de otros, se sostiene con las mieles derivadas del mercado. Sin la fuente de riquezas y prosperidad generadas en el mercado, no existiría ni la política ni los políticos ni los gobernantes. Por esto el político, el gobernante, se ha vuelto un parásito astuto que vive de la extracción de recursos que los demás generan en el mercado. La política es el robo organizado mediante el estado y los políticos/gobernantes son los ladrones de estado. Pero a la larga, el robo sistemático habilitado por el colectivismo estatal destruye las finanzas personales y degrada el desempeño del mercado.

El mercado genera un orden superior donde florecen las finanzas personales y se vuelve atractiva la vida en libertad, donde cada persona crea su propio destino. Cada proyecto de vida libre puede ser interpretado como un gran emprendimiento personal que beneficia tanto al emprendedor como a los demás y termina cuando el emprendedor lo decide o cuando otras circunstancias así lo determinan. Al finalizar el emprendimiento, se liquida todo su activo, se liquida el resto de lo acumulando a lo largo de su vida. El emprendimiento genera, además de beneficios al prójimo, la secuencia de activos que permite sostener los gastos del emprendedor.

En este sentido, un emprendimiento puede ser visto como una secuencia de activos (o capital) que en cada periodo resulta de agregar su rendimiento y descontar el gasto del emprendedor. Por ejemplo suponga que el emprendedor posee un activo original equivalente a 100 que rinde 15% y un gasto de 10 con inflación del 10%. Al final del primer periodo el emprendedor tendrá 115 de activo y 11 de gasto, por lo que el activo resultante será de 115-11=104. En este ejemplo se aprecia que el activo crece porque es elevado en relación al gasto y el rendimiento le gana a la inflación. ¿Bajo esta dinámica, sin otras contingencias, la vida útil del emprendimiento es infinita?. Veremos que no.

Si el activo disminuye desde el principio, puede ocurrir que el emprendimiento siga siendo la única posibilidad para el emprendedor. Por ejemplo si la inflación se desboca en un 60%, el activo al final del primer periodo queda 115-16=99 y el emprendimiento se autoliquida en 4 periodos, porque en ese tiempo se consume todo su capital. Generalmente, los emprendedores no tienen alternativa alguna mientras un proceso inflacionario o híper-inflacionario sin control aniquila los emprendimientos.

Un panorama general puede mostrarse permitiendo cambios en el capital inicial y el gasto inicial del emprendedor. En el siguiente cuadro se computa la duración del emprendimiento para distintos niveles de capital inicial y gasto inicial.

En la tabla1 el capital de partida es 100 y el gasto de partida es 10, el rendimiento del capital es 15% y la inflación del 10%. Se permiten incrementos sucesivos de 5% en capital y 4.5% en gasto; con esto se calculan los periodos correspondientes. Con el capital y el gasto de partida, la duración del emprendimiento es de 13 periodos. Si el capital aumenta un 20% y el gasto un 27% respecto a valores iniciales, entonces el emprendimiento dura 12 periodos; pero si el gasto no aumenta, entonces el emprendimiento dura 17 periodos.

Veamos un caso más real de un emprendedor argentino viviendo en libertad hoy en día. Suponga que el emprendedor dispone de un capital de partida de 7 millones de pesos, un gasto mensual de partida de 400 mil pesos, un emprendimiento que rinde en promedio un 10% mensual y una inflación mensual promedio de 5%.

En la tabla2 se muestra que, con los valores de partida, el capital se agota en 38 meses (unos 3 años); pero si el capital inicial sube un 15% (a $8.050.000), éste se agota en 5 años y medio. Aún más, si el gasto sube un 9% (a $436 mil), el capital nunca se agota (inf) al aumentarlo en o más un 35% (≥$9.450.000), lo cual bien equivale a un plan de retiro. Obviamente, esto puede ocurrir sólo en una situación libertaria de libre mercado. Bajo intervencionismo estatal colectivista, este cómputo libertario carece de significancia.

El resultado de infinitud (inf) se alcanza sólo si el rendimiento del proyecto supera a la tasa de inflación. Siempre que la inflación supera al rendimiento, la duración es finita; mientras que un proceso híper-inflacionario aniquila rápidamente cualquier emprendimiento.

Dado que la inflación crónica y la híper-inflación sólo ocurren por emisión monetaria y sabiendo que quienes emiten dinero falso son los gobernantes, entonces se concluye que los gobiernos son enemigos del emprendedor, los únicos aniquiladores de emprendimientos, el principal obstáculo para generar riqueza en sociedad. Los gobernantes y su colectivismo degradan cualquier sociedad.

En resumen, el mercado da soporte operativo a las finanzas del emprendedor. En general, la competencia permite filtrar emprendimientos productivos y mantener a raya los gastos. Un inversor invertirá sus ahorros en aquellas opciones de mayor rendimiento mientras sus gastos permanecen más o menos estables con precios competitivos. Es así como más y más emprendimientos se vuelven beneficiosos y duraderos. Es así como se genera y acumula riqueza y prosperidad en una sociedad libre.

Los valores de las tablas precedentes se computan mediante un algoritmo, que desarrollé ad hoc, denominado Algoritmo Libertarian. Con este algoritmo se puede computar la duración de cualquier emprendimiento y evaluar el desempeño general del mismo. Los resultados obtenidos con el algoritmo permiten resaltar la potencia de las Finanzas Libertarias.

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sábado, enero 06, 2024

El Creador De La Libertad Humana

La palabra Libertad es multipropósito. Se la suele emplear, a veces, en sentidos opuestos para justificar lo bueno y lo malo. En general expresa una cualidad humana deseable: el humano es libre. Y de aquí nace la confusión porque habilita interpretaciones arbitrarias generando la idea de que el humano es todopoderoso, alguien que puede hacer lo que se propone, ilimitadamente. Pero, en rigor, los actos humanos tienen alcances muy limitados, están acotados por varios frentes. ¿Cuáles son?

Hay dos aspectos complementarios del término: uno natural y otro praxeológico.

Desde la perspectiva natural, lo que le ocurre al humano suele ser liberador. La biología humana configura en sí un fenómeno liberador. Por ejemplo, la concepción es una manera mediante la cual los gametos sexuales escapan a la inexorable extinción que sufren sus contemporáneos. El nacimiento representa la liberación del medio gestante. El entrenamiento y la madurez habilitan la independencia del ceno familiar. Los logros personales y económicos permiten un cierto alivio de las fuerzas de la escasez.

Pero estos eventos son acotadamente liberadores. El humano, como todo lo que existe en nuestro mundo, queda sometido a la tiranía de las leyes naturales. La competencia biológica y las leyes de la física son implacables. Cualquier ser vivo debe superar todos los obstáculos biológicos para sobrevivir. Nadie puede violar la gravedad o las leyes fisicoquímicas. Las restricciones biológicas, físicas o bioquímicas son permanentes e inevitables. Ningún humano las puede saltar.

Esta liberación natural acotada se complementa con la liberación praxeológica, aquella derivada de la acción humana concertada. Las leyes praxoelógicas surgen y operan en el momento de la cooperación, al concertar actos humanos. Hay dos maneras posibles de concertar actos humanos: el modo espontáneo y el modo coercitivo. Ambos son voluntarios porque la voluntad atraviesa cualquier acto humano. El modo espontáneo se caracteriza por ausencia de coerción, es el voluntariamente más productivo y el único éticamente justificable. Cualquier tipo de coerción es injustificable.

Ludwig von Mises sostiene que “…para ser exitoso, el humano debe ajustar su conducta a las reglas praxeológicas…” de lo contrario queda condenado a los efectos de la injusticia y empobrecimiento permanente. La violencia y la coerción son enemigos de la prosperidad. Un orden prospero siempre es pacífico, no violento y espontáneo. Un ejemplo lo es el capitalismo, el libre mercado, en donde resaltan con claridad los beneficios de observar las leyes praxeológicas.

Dos leyes praxeológicas sobresalientes son la ley de la división del trabajo y la ética de la propiedad privada. La ley de la división del trabajo dice que es más productivo cooperar que no cooperar y que la cooperación espontánea supera a la coercitiva. La ética de la propiedad privada sostiene que la única ética justificable en sociedad es la ética de la propiedad privada, el estricto dominio propio sobre lo que se posee. Respetando estas dos leyes, junto a algunos aspectos que hacen a la paz en sociedad, es posible constituir civilizaciones prósperas, justas y duraderas.

Las leyes praxeológicas dan sentido social a la libertad. El humano se libera observando estas leyes porque la cooperación espontánea y pacífica lo vuelve más productivo y justo. El hombre actuando bajo estas leyes de cooperación se puede plantear desafíos impensados por generaciones pasadas y gestar nuevas generaciones de humanos preparados para enfrentar los nuevos retos para vivir mejor y prolongar su existencia. Estas leyes son la fuente fundamental de la liberación humana.

Si se compara la vida humana en las cavernas con las condiciones de vida actual, uno puede dimensionar la significancia e implicancia del invento del capitalismo, del libre mercado, que es pura praxeología en acción. En los últimos 200 años -gracias a este invento- el humano duplicó su longevidad, multiplicó por miles su capacidad productiva y su calidad de vida, dominó su propia inteligencia y colonizó el espacio exterior adyacente a la tierra. Algo que hace dos siglos nadie se lo imaginaba. El capitalismo, el libre mercado, hizo libre al ser humano. El libre mercado, el respeto irrestricto de las leyes praxeológicas, es el creador de la libertad humana.

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domingo, diciembre 17, 2023

Prosperidad y Libertad

El ser humano es un animal social. Para Ludwig von Mises, la sociedad humana es cooperación, es acción humana concertada. Mises sostiene que el ser humano se libera en sociedad porque fuera de ella le espera la impotencia de la insuficiencia física, la antinomia de la competencia biológica y la aniquilación de humanos contra humanos. Le espera la extinción. La concertación espontánea de actos humanos es la respuesta consciente que permite al hombre, por ahora, superar el trágico destino de la extinción. Pero la vida social humana no es un paraíso. En sociedad puede surgir la libertad pero también la esclavitud.

En sociedad, el humano se libera de ciertas fuerzas naturales pero se somete a leyes praxeológicas. ¿Esto qué significa? Según Mises, para ser socialmente exitoso, el hombre está obligado a observar y actuar en base a las leyes de la cooperación humana espontánea1

Por ejemplo la ley de la división del trabajo sostiene que “en general las acciones concertadas entre individuos que cooperan bajo la división del trabajo son más eficientes, más productivas que las acciones aisladas de individuos autosuficientes.” Mises agrega que “...la existencia de este hecho natural y el reconocimiento de su verdad es el fundamento de cualquier sociedad...” Cualquier intento de violar esta ley praxeológica fundamental tiene consecuencias negativas en los resultados derivados de la cooperación en sociedad. Pero no todo esfuerzo compartido es justificable! Hay más leyes a observar.

Otra ley praxeológica fundamental está dada por la ética de la propiedad privada. Hans-Hermann Hoppe sostiene que la única ética justificable del humano viviendo en sociedad es la ética de la propiedad privada. La ética de la propiedad privada se basa en tres principios fundamentales: el principio de fines universales, el principio de primera apropiación y el principio de no agresión.

La universalidad dice que un fin es socialmente justificable sólo si es universalmente válido para todos los miembros de la sociedad. La primera apropiación dice que aquello apropiado inicialmente (sea por fortuna o por esfuerzo) es de absoluto dominio del apropiador. El principio de no agresión dice que ninguna persona tiene el derecho de interferir el dominio del cuerpo, mente y bienes de los demás; cada persona tiene el dominio completo sobre su cuerpo, mente y bienes que posee. Cualquier intento de violar estos principio es injustificable y genera una cooperación defectuosa.

Por ejemplo, los intercambios, esa manifestación de la propiedad en sociedad, son la forma primaria de cooperación social. Toda interferencia a los libres intercambios anula la propiedad privada por lo que genera pérdidas sociales. Cualquier agresión sobre el dominio de los bienes de alguien es socialmente perjudicial.

La división del trabajo y la ética de la propiedad son los dos pilares formidables que sostienen todo el edificio del sistema de concertación de actos humanos. El deterioro de estos pilares significa un deterioro del desempeño social del hombre. Cualquier civilización deposita sus logros sobre este sostén praxeológio. El ser humano puede intentar violar sus leyes praxeológicas pero sólo a costa de degradación social. Una sociedad en donde sus miembros observan y respetan estas leyes es una sociedad próspera, justa y pacífica. De lo contrario, la sociedad se vuelve decadente, injusta y violenta. ¿De dónde proviene el impulso anti-praxeológico.?

La predisposición social del hombre tiene dos lados antagónicos. Un lado iluminado y un lado oscuro. La luz de la conciencia le revela al individuo que la cooperación autónoma, no coercitiva, entre personas es el camino hacia la prosperidad y la superación, hacia la liberación y la paz; el libre capitalismo, el libre mercado es el orden espontáneo final que emerge de esa luz; nada más eficiente ha creado o descubierto el humano para liberarse de las tiranas naturales y humanas. Con el capitalismo, con el libre mercado, el humano se vuelve libre, próspero y pacífico.

Al mismo tiempo, la oscuridad pavimenta un camino social tenebroso; el hombre de mente oscura recurre al sometimiento, a la esclavitud, a la explotación, al totalitarismo, a la tiranía, a la violencia y al robo como fuente y medio de supervivencia; la oscuridad genera un orden social forzado por la coerción; es cooperación bajo persecución y castigo; es acción humana concertada bajo amenaza de muerte. Nada bueno puede surgir de la cooperación bajo coerción.

El comunismo, el socialismo y toda clase de colectivismo son ejemplos de cooperación coercitiva extrema. La esclavitud es su resultado final. En una tiranía, el individuo es despojado de sus bienes y libertades y obligado a actuar en contra de su elección primaria. Bajo amenaza de muerte, su inclinación invariable por la existencia lo deja ante su última elección posible: continuar o no con vida. El orden social que surge bajo coerción no puede ser espontáneo sino forzado, artificialmente impuesto por una élite totalitaria. Es el frágil orden al servicio de ladrones y explotadores.

En la actualidad, no existen sociedades verdaderamente libres, no existe un orden social espontáneo puro. Incluso hasta las más modernas democracias son órdenes sociales coercitivos. En un orden espontáneo puro, la prosperidad es el reino de la propiedad privada y la propiedad privada es el reino de la libertad. Sin libertad no hay propiedad privada y sin propiedad no hay prosperidad. En las sociedades actuales ha proliferado el odio hacia la propiedad y la libertad. Este odio es el instrumento cultural del comunismo/socialismo/colectivismo con el que se busca generar un humor social anticapitalista, antimercado.

En la práctica democrática, es el estado, el gobierno y sus gobernantes, la principal amenaza a la propiedad privada. Los gobernantes siempre utilizan cualquier excusa para interferir y agredir la propiedad privada. Las sucesivas intervenciones generan más y más problemas, que se emplean como excusa para justificar más y más intervenciones. Un ejemplo muy contundente es el caso de la agenda 2030, donde los políticos del mundo acordaron los problemas y soluciones que permiten justificar su mega intervencionismo.

Cualquier intervencionismo siempre anula la propiedad privada. Cualquier impedimento a ejercer la elección no coercitiva, cualquier interferencia de la libertad, cualquier obstáculo a disponer de lo propio, cualquier interferencia al intercambio es equivalente a destruir propiedad privada que se puede crear mediante el acto que fue interferido. Esa violencia, ese robo, es ejercido en democracia por ejércitos de interventores que imponen su voluntad asistidos por mandato de votaciones democráticas. Las democracias actuales se han vuelto un instrumento eficiente para destruir prosperidad.

En un orden espontáneo, en el capitalismo, en el libre mercado, la obligación social de empresarios y emprendedores, su principal compromiso, es ganar dinero, ganar mucho dinero. Si ellos ganan mucho dinero pues eso impulsa la competencia, lo cual mejora la diversidad, la cantidad, la calidad y los precios de los bienes que se ofrecen a los consumidores; así se manufactura el bienestar en la sociedad libre. Pero los gobiernos se oponen a esto. El gobernante se declara abiertamente como un confiscador de ganancias. Las ganancias son el botín del gobierno. Los gobernantes demonizan a los ganadores para así legitimar la persecución y el robo de la ganancia.

Al confiscar la ganancia se usa como excusa la justicia social. Un supuesto de igualdad aberrante y autodestructivo. Confiscar ganancias a un ganador para dárselas a un perdedor no puede hacer otra cosa más que eliminar el incentivo de ganar. ¿Qué sentido tiene ganar si eso que se gana no te pertenece? Entonces no se gana! Se inicia una espiral de calamidad social que finalmente destruye toda la sociedad. Desaparece el sentido de cooperar para generar prosperidad. Así se desmoronan civilizaciones enteras.

Cuando se desplaza a los ganadores, aparece el estado intentando producir. Pero el estado no tiene incentivos para ganar, y tiene permito perder. El problema es que la ganancia sólo la genera el que tiene espíritu ganador, no el perdedor. La pueden generar aquellos que con sus actos tienen la capacidad y habilidad para resolver problemas que aquejan a los demás. Ese es el verdadero sentido de la cooperación, de la concertación de actos humanos. La ganancia es eso: resolver problemas del prójimo. En un sistema social en donde eso desaparece, deja de tener sentido la cooperación. Por esto fracasa el comunismo/socialismo/colectivismo, porque anulan a los ganadores y engendran perdedores. Es imposible constituir una sociedad sobre la base de pérdidas. De ahí el fracaso.

El minarquismo, el gobierno mínimo, es la respuesta minimalista de los defensores del estado. Esta forma de gobierno fue propuesta por von Mises como una consecuencia (non sequitur) para alcanzar la paz y evitar la violencia de todos contra todos. El minarquismo consiste en el monopolio de la violencia para disuadir y detener a los violentos y así evitar el caos social. Pero este sistema de gobierno falla porque, como nadie controla al monopolista, finalmente el monopolista, aunque pequeño, se vuelve arbitrario y tirano. Cualquier sistema de control social jerárquico últimamente fracasa porque es imposible controlar al controlador.

El único sistema de control que resulta socialmente efectivo es el esquema distribuido, descentralizado. El capitalismo, el libre mercado, constituye un ejemplo muy evidente de ello. Todo aquello que los seres humanos producen concertadamente se autocontrola descentralizadamente, de manera autónoma. En el libre mercado, ninguna persona controla la concertación de la acción humana. Es la satisfacción y la resolución de problemas del prójimo, la mejor forma de controlar el sistema de concertación. Los incentivos para generar satisfacción y cumplir los compromisos se distribuyen correctamente si no hay interferencia centralizada en la acción humana. Así surge el orden espontáneo, en donde algo extremadamente complejo se ordena por sí solo.

En un sistema minárquico, con gobierno mínimo, la obligación social de los gobernantes es cuidar la vida, los bienes y la libertad de las personas. Pero no logra este cometido porque el gobierno es capturado por aquellos violentos que se busca anular. La competencia política es eso: una batalla campal entre violentos por adueñarse del monopolio del estado y aplicar su violencia desde esa posición. La política es lo que los políticos hacen para saquear y vivir de lo ajeno, es el oficio social del ladrón.

El mercado libre es el mejor instrumento para la concertación plena de la acción humana. Es la libertad puesta al servicio de la libertad. La mejor manera de cuidad la libertad es que la libertad se cuide a sí misma. Los hombres de estado, los supuestos garantes de la libertad son sus verdugos, los impulsores de la esclavitud. Bajo cualquier sistema de gobierno centralizado, las personas se vuelven esclavas y son explotadas por sus gobernante. Por ello la descentralización puede ser un camino hacia la liberación plena. La liberación plena cobra justificación social por el inquebrantable vínculo entre prosperidad y libertad.


1Expresíon y énfasis agregado por el autor de esta nota.

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sábado, octubre 14, 2023

El Estado es una Noción Defectuosa

¿Qué es el estado? ¿Quiénes lo forman? El estado sólo existe en el contexto social. Se suele atribuir al estado todo lo bueno y deseable para la vida social humana. Maestros, con sus doctrinas retorcidas, lo enseñan como si se tratara de una deidad social. Esa noción ontológica del estado es un fraude simplemente porque el estado no es un ente, ni mucho menos una deidad, sino que está constituido por personas que acuerdan imponer ciertos actos e impedir que otros pasen. Personas armadas con el látigo de la violencia. Personas con privilegios para acusar, perseguir, encarcelar, robar y matar. Personas que encarnan el monopolio de la compulsión y coerción. Personas con el poder de destruir civilizaciones completas.

La mejor definición dice que el estado es el monopolio de la compulsión y coerción, el monopolio de la violencia en el contexto social. Los gobernantes son los únicos que operan ese monopolio, las personas encargadas de aplicar violencia social. Nadie escapa a las garras de los gobernantes! Toda sociedad contemporánea es alcanzada por este monopolio, entre cuyos efectos sobresalen el robo, el saqueo, la estafa, la injusticia y la decadencia. Estos efectos dañinos son la contracara del lucro monopólico de los gobernantes. Políticos y gobernantes se vuelven millonarios haciendo esto.

La noción de estado es inconsistente con la noción de sociedad, de cooperación, de servir al otro. Las sociedades se constituyen porque resulta ser enormemente más beneficioso que no hacerlo. El ser humano es muy diverso en recursos y aptitudes, pero no es todopoderoso. Sus dotes son limitados. Por esta diversidad y finitud natural, a cada humano siempre le conviene concertar pacíficamente sus actos con otras personas, cooperar y alcanzar lo que de otro modo le resulta inalcanzable. Este es el fundamento de la constitución social pacífica, no violenta. Cualquier sociedad coercitiva, violenta, siempre es contradictoria e injustificable.

Entonces, si la no violencia es el cimiento social, ¿por qué persiste el estado? ¿Por qué se insiste con la violencia como base de sustento social? Porque el estado es el único medio que permite establecer una sociedad violenta, en donde unas personas viven a expensas del otro y no sirviendo al otro. Sin el estado, eso no sería posible. El monopolio de la violencia es la materia prima de una sociedad violenta. Con este monopolio, unos disponen y controlan los medios para agredir mientras el resto no se puede defender. Situación ideal para el crimen. Los propagandistas del estado lo justifican con un sofisma: sin monopolio de violencia no es posible defenderse de violentos.

Esta dualidad, de sociedad no violenta y violenta a la vez, configura la contradicción, el defecto, inicial. De tal defecto se deriva y justifica cualquier atropello, cualquier acto de gobierno. De echo, los gobernantes pueden y hacen lo que quieren. La explosión deductiva derivada de tal contradicción permite afirmar algo tan aberrante y dañino como lo son la mayoría de las doctrinas religiosas y políticas contemporáneas. Un ejemplo es la doctrina de la justicia social. Sacerdotes y gobernantes argumentan y justifican la intervención desde el estado para sustraer y transferir recursos de una persona a otra. La doctrina admite el robo a cara descubierta ejercido por hombres de estado.

Claro! la contradicción original alimenta semejante aberración porque permite inferir falsa igualdad. El razonamiento aberrante de esta doctrina sostiene que al estar todos igualmente dotados ¿por qué ha de admitirse desigualdad en recursos y resultados? Se sostiene que aplicando coerción unilateral, cualquier desigualdad se corrige. Los hombres de estado tienen superpoderes para reorganizar recursos y aptitudes entre personas que, naturalmente, siempre son diferentes y diversas. Un argumento sin sentido, groseramente contradictorio!

¿Por qué germina y crece el estado dentro de una sociedad? El origen del estado es el cuento del tío. Los hombres de estado se presentan como socios de la cooperación y la paz. Al principio ofrecen protección contra violentos y se hacen del monopolio de la violencia. Los gobernantes compiten para operar este monopolio porque es el medio para promulgar leyes a su antojo. Así controlan la ley y la justicia. Luego absorben la producción de dinero para financiarse. Con esto completan el monopolio de la intervención social, con el cual impulsan cualquier intervención política. Esto les da la suma del poder para recolectar recursos ajenos. Su gallina de los huevos de oro. Las personas observan los beneficios del accionar político y buscan ser socios para compartir este botín. Además, el gobierno combate la disidencia con terror económico y político amenazando y destruyendo la vida, la libertad y la propiedad de las personas. No hay escape. Se cierra el círculo y se convalida la monstruosidad. Con el estado así consolidado se inicia la depredación social irreversible, que aniquila cualquier civilización.

¿Cómo opera el efecto aniquilador del estado? Al principio, el robo organizado funciona porque hay perjuicio acotado sobre las dotaciones. Pero con el paso del tiempo, el daño se extiende e intensifica, la sociedad genera menos y peores beneficios mientras las intervenciones del estado se vuelven muy predatorias y restrictivas. Finalmente, todas las reservas se agotan, el sistema de cooperación colapsa, el estado se queda sin botín y la vida en sociedad se vuelve dañina para las personas. Se rompen los vínculos sociales mientras la civilización entera se desgarra por auto-aniquilación. Muere la civilización y el estado que la parasita. Es el fin!

¿Es el fin? De echo, aun no. El ciclo parece eterno mientras surgen nuevas civilizaciones. Sabemos que los estados arrasan civilizaciones enteras. Todas las civilizaciones perdidas fueron fagocitadas por sus estados universalizando el robo como norma de conducta social permanente. Pero esta lección no fue aprendida. Parece que doce mil años de contradicciones sociales no alcanzan para entender sus implicancias malignas. No hay un registro social definitivo sobre la maldad implícita en el estado. Para escribir este registro, el humano debe reconocer que algo está mal con el estado. Y para ello, primero debe entender que el estado es una noción defectuosa.

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lunes, septiembre 25, 2023

Metateoría de la Acción Humana

Si fuéramos meros observadores de las teorías hoy disponibles sobre la acción humana, encontraríamos no más de cuatro teorías praxeológicas desarrolladas, con cada una de ellas estudiando un aspecto particular del orden social: la economía, la política, la guerra y la ética. Las demás publicaciones y libros escritos hasta la fecha abordan otros aspectos de la acción humana, tales como los juegos y las votaciones, mediante enfoques teóricos incompletos. Todo este fenómeno teórico, incluido lo aún no descubierto, es lo que podría denominarse [el] fenómeno praxeológico humano.

Como meros observadores científicos del fenómeno, primero trataríamos de encontrar un rasgo común que distinga y represente al menos las teorías ya desarrolladas. Luego intentaríamos elaborar un modelo que de alguna manera permita, haciendo ciertos ajustes, reproducir los resultados observados en cada una de estas teorías en particular. Finalmente ejecutaríamos repetidamente el modelo para ajustar sus parámetros siguiendo las coincidencias entre las salidas obtenidas y los resultados teóricos observdos. El modelo así calibrado sería un metamodelo sobre las teorías de la acción humana. Se dice un metamodelo porque el metamodelo definitivo no podría obtenerse sólo con datos generados por humanos.

¿Qué características generales debería reunir un metamodelo que permita registrar aquellos aspectos más relevantes del fenómeno praxeológico bajo observación?

Una de las metateorías hoy disponibles podría ser la derivada del axioma de la acción de Mises. Esta, al ser una teoría lógica proposicional, es semánticamente completa pues todas sus verdades lógicas son teoremas del sistema, aunque es sintácticamente incompleta. Además, esta teoría es consistente, decidible y compacta. Esta versión axiomática, al ser una teoría general de la elección humana, es una teoría lógica imprecisa en el sentido de que los teoremas de las teorías particulares sólo se derivan al agregar condiciones especiales de la acción humana. Más allá de los detalles de esta metateoría, el axioma de la acción no puede funcionar como un metamodelo de la metateoría porque en sí no es un modelo sino un axioma.

Un metamodelo tendrá que rescatar al menos algún rasgo universal del fenómeno praxoelógico. La acción humana es un fenómeno caracterizado por relaciones complejas entre las personas viviendo en sociedad. En su nivel superficial, esta complejidad parece dominada por relaciones de recreación, de producción y de comercio. Aunque en un nivel más profundo y menos evidente, todas ellas expresan intrincadas relaciones de intercambio.

Los humanos se relacionan para intercambiar y éste parece ser un rasgo distintivo. Los intercambios hacen de la vida humana una experiencia más llevadera y satisfactoria. Por ejemplo, en la recreación abundan los intercambios ocio/producción, en la producción abundan los intercambios productos/medios de producción y en el comercio de bienes abundan los intercambios medios de producción/medios de satisfacción.

Cuanto más y más personas se involucran en relaciones con otras personas, lo que últimamente hacen es intensificar y extender sus intercambios beneficiosos. Así, por ejemplo, los intercambios voluntarios generan condiciones ideales para crear riqueza y prosperidad. Impulsados por la ley de ventajas comparativas, las personas eligen concertar sus actos voluntaria y pacíficamente intensificando y extendiendo todas sus relaciones de intercambio hasta alcanzar una configuración de cooperación social de pleno desempeño y máximo beneficio. La evolución de las relaciones de intercambio y las leyes que las rigen, da origen a lo que se llama cataláxia que, a fines prácticos, puede considerarse equivalente al fenómeno económico de mercado.

Pero, siempre que un grupo de personas se involucran y se organizan entorno a complejas y beneficiosas relaciones de intercambio, por esa misma ley de ventajas comparativas derivada de la distribución desigual de aptitudes y dotaciones, surgirá un subgrupo de ellos que intentará aprovechar esa situación para extraer beneficio simplemente controlando e imponiendo reglas sobre esos intercambios. De este hecho se derivan el estado (el monopolio institucionalizado de coerción), la política (la aplicación de coerción unilateral dentro de la sociedad) y la guerra (la competencia extrema por el monopolio de coerción), todos ellos aglutinados como una estrategia para organizar la coerción.

En un razonamiento lógico en lenguaje natural, el establecimiento definitivo de relaciones sociales violentas puede enunciarse en forma de un teorema: en cada orden social, siempre surge un pequeño grupo muy competitivo aplicando coerción, aplicando violencia, la cual se organiza y emplea como medio para extraer recursos de los demás. Este grupo impone aquellas reglas de relaciones sociales que provocan el máximo drenaje de riquezas desde el sistema de cooperación. Los agentes de la coerción se llaman políticos, o gobernantes, y sus actos forman la acción política.

La política como proceso, es la obtención de recursos por medios violentos. Con la acción política se crea un nuevo tipo de relaciones de intercambio, dentro de la sociedad, donde un reducido grupo socialmente improductivo (los políticos), con el único propósito de extraer recursos ajenos, imparte coerción sobre el resto de personas que cooperan en sectores productivos generadores de riqueza y prosperidad. Políticos y gobernantes consumen prosperidad humana que es robada al resto de los involucrados que la generan.

La guerra es prima-hermana de la política. Políticos y gobernantes son los hacedores de la guerra. Son los gerentes de su manufactura. Para hacer la guerra se usa exactamente el mismo ingrediente empleado para hacer la política: la coerción organizada. Durante la guerra, políticos y gobernantes intensifican y extienden las relaciones coercitivas al extremo de condicionar casi toda acción humana interna a las exigencias de la guerra. La producción, la logística, el financiamiento, la moneda, el comercio, la energía, los negocios, la seguridad, la salud, la educación y demás, todo, se ordena al servicio de la guerra. Políticos y gobernantes se vuelven súper-poderosos mientras el sistema de cooperación completo queda tutelado por esos superpoderes. Durante la guerra, políticos y gobernantes llevan la coerción al extremo con el afán de extender sus dominios sobre otras sociedades.

La ética, es la hermana gemela de la economía. Tienen el mismo germen, la misma génesis. Las relaciones de intercambio éticas están sustentadas en los mismos principios voluntarios y pacíficos de la economía: las ventajas comparativas, la no agresión y la propiedad privada. Las relaciones estudiadas y promovidas por la ética son opuestas a las relaciones impulsadas por la acción política y la acción de guerra. Las relaciones coercitivas y violentas no pueden ser éticamente justificables.

El rasgo más sobresaliente de la teoría ética es que logra demostrar que la única regla ética justificable es aquella de la propiedad privada basada en los principios de universalidad, de no agresión y de primera apropiación. Toda regla ética que intente crear nuevas relaciones de intercambio entre las personas debe respetar estos principios. Las relaciones de intercambio sujetas a reglas éticas y económicas son las más fructíferas de la cooperación social. Una economía funcionando con la regla ética de la propiedad privada tiene el potencial de generar prosperidad perpetua.

Las relaciones de intercambio constituyen una característica fundamental de nuestro fenómeno. Entonces, un modelo de él tendrá que reunir en su estructura aquellos elementos que las crean, preservan y transforman. Un metamodelo tendría la forma de un complejo de reglas que al ser aplicadas sobre las relaciones de intercambio tienen la propiedad de crear, preservar y transformar dichas relaciones. Este metamodelo, no puede ser un modelo metamatemático ya que el fenómeno observado no es el fenómeno matemático. Pero sí puede tener un aspecto simbólico, pues en sentido abstracto general con el modelo se intenta obtener algo al aplicar algo sobre algo. Bajo esta consigna, el metamodelo se puede expresar como una regla de transformación:

{R}({r})—>{R, r}

donde R y r son metavariables que representan reglas y relaciones, respectivamente.

Esta primera aproximación al modelo del fenómeno praxeológico dice que, a juzgar por lo que se observa de sus teorías, un proceso praxeológico se puede expresar como una colección de reglas que aplicadas sobre una colección de relaciones de intercambio estaría generando una colección de reglas y relaciones siendo estas últimas, las reglas y relaciones a ser empleadas en el paso siguiente del proceso. Un sistema que aplica reglas sobre relaciones y que genera nuevas reglas y relaciones. Entonces, conocidas las reglas y relaciones iniciales en una sociedad, la ejecución del proceso representado por el metamodelo permitiría conocer la evolución de la configuración del sistema social considerado.

Una simple ojeada induce a reflexionar sobre el vasto e inexplorado campo de estudio que podría surgir al especificar distintas aplicaciones que tienen la estructura del metamodelo propuesto. En principio las posibilidades son interminables. Imagine otros metamodelos, con estructuras distintas. Imagine la complejidad que podría surgir en el proceso luego de billones de billones de iteraciones, aunque la regla, el metamodelo, resalta por su trivial simplicidad! Así puede quedar caracterizada una metateoría de la acción humana.

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miércoles, julio 19, 2023

chatGPT Again

El campo de aplicación de la Inteligencia Artificial (AI) es amplísimo. Abarca todas las actividades humanas porque permite resolver rápida y eficientemente innumerables problemas del hacer cotidiano. Siempre un gran descubrimiento o invento trae muchos beneficios para la humanidad; la vida social cambia abruptamente. La historia está plagada de ejemplos entre los cuales la rueda, el motor, la electricidad, la energía nuclear, la mecánica cuántica, internet, blockchain son los más sobresalientes. Ahora es el turno de la Inteligencia Artificial. Muchos ignoran los beneficios y se enfocan en los peligros. Se dice que chatGPT, la Inteligencia Artificial más difundida, es una amenaza para la cultura y la civilización establecida. ¿Son reales estas amenazas?

¿Qué es chatGPT? Es un modelo de lenguaje por medio del cual un autómata genera texto de manera predictiva. Dada una secuencia de texto inicial, el autómata de chatGPT intenta invariablemente predecir la próxima palabra del texto en base a los datos que dispone en su memoria sobre ese texto de referencia. Recurriendo a su memoria, el autómata hace una búsqueda exhaustiva de la próxima palabra y, siguiendo una regla probabilística preestablecida en su programa, elige esa próxima palabra. Una vez hecha esta elección, su texto de referencia cambia, porque tiene una palabra añadida. Ese nuevo texto es el texto de referencia para buscar la nueva próxima palabra. El autómata repite este mismo procedimiento tantas veces hasta lograr escribir un ensayo de longitud tal, al cual ya casi no existan palabras probables para agregar.

La regla que determina la conducta del autómata se puede simplificar con la siguiente expresión:

TEXTO(n)=TEXTO(n-1)+PALABRA(n), n=1,2,3,...
Sabiendo que
TEXTO(n) es el texto en el paso n
TEXTO(0) es el texto inicial, por lo cual PALABRA(0)=""
PALABRA(n)=ALEATORIAponderada(PALABRAPOSIBLE(TEXTO(n-1))) tal que a la palabra posible menos probable se le asigna (eurísticamente) un peso de 0.8 y al resto de las palabras posibles un peso de 0.2

La expresión general de la regla queda:

TEXTO(n)=TEXTO(n-1)+ALEATORIAponderada(PALABRAPOSIBLE(TEXTO(n-1))), n=1,2,3,…

Al observar con cuidado, uno descubre que esta regla es bastante simple comparada con la tarea de escribir un ensayo que ha de ser tan complejo como, nada más ni nada menos, uno escrito por humanos que acceden a leer los mismos contenidos almacenados en la memoria del autómata. Un aspecto muy relevante a destacar es que la regla de probabilidad preestablecida que chatGPT emplea para computar la probabilidad de la próxima palabra está formulada en un enorme modelo de lenguaje probabilístico llamado LLM (large languaje model), que tiene 175 mil millones de parámetros y que forma el núcleo principal del autómata. En esta nota no se trata de explicar la estructura y los fundamentos del modelo LLM, sino las supuestas amenazas asociadas con chatGPT.

Si se asignara exactamente la misma tarea al autómata y al humano, ambos completarían el ensayo de manera muy distinta, porque sus reglas de conducta son distintas. El humano puede improvisar su escritura, el autómata no. El humano puede imaginar palabras, el autómata no. El humano puede inventar palabras, el autómata no. El humano es consciente de las palabras que elige más allá de si están o no en ensayos previos, el autómata no. El humano tiene naturalizado su lenguaje, el autómata no. El humano escribe en base a ideas, el autómata no. El humano emplea lógica y deduce, el autómata no. El humano asigna significado a las palabras, el autómata no. El humano nunca elige la próxima palabra en base a probabilidades, el autómata siempre. Y así se podría seguir enumerando diferencias. Diferencias que hacen sospechar que los ensayos podrían ser distintos y coherentes a la vez.

Suponiendo que ambos ensayos, aunque distintos, son coherentes, el autómata podría ser mucho más eficiente que el humano a la hora de elaborarlo. El autómata podría responder las preguntas, y de hecho lo hace, mucho más rápido que el humano y así permitir la inmediata resolución de problemas urgentes. Esto, lejos de perjudicar podría beneficiar a los humanos liberando tiempo para ejecutar otras tareas prioritarias y más complejas a la mera búsqueda de respuestas sobre aspectos ya conocidos.

Sabiendo que el humano le asigna significado a las palabras y que cualquier idea o concepto o teoría elaborada por la razón se puede traducir al lenguaje coloquial, el humano puede generar nuevos conocimientos y escribirlos coherentemente aún sin leer ningún informe previo sobre el tema, cosa que el autómata nunca logrará sintetizar eficientemente desde escritos almacenados en su memoria, aún suponiendo que tiene acceso a todos los conocimientos obtenidos por la humanidad y que el modelo LLM predice probabilidades a la perfección. Lo nuevo, lo que no está escrito en ningún lado, pero que el humano puede escribir a priori, podría nunca ser escrito predictivamente por el autómata.

Por la incorporación del modelo LLM, no es en rigor descartable que el autómata de chatGPT obtenga un ensayo novedoso, que dé cuenta de algo nuevo obtenido combinando palabras aleatoriamente. Pero la probabilidad de que esto suceda es literalmente cero. Suponiendo que lo logra, quien estará últimamente en condiciones de decidir si tal descubrimiento es o no significativo, ese no podrá ser el autómata sino el ser humano, porque éste es el único que puede asignar significado a las palabras y descubrir si una cierta combinación, improbable, de ellas tiene o no algún sentido.

El autómata carece de las facultades fundamentales de la mente humana. Para dotar al autómata de dichas facultadas se requiere primero sintetizar las reglas que las determinan. Esas reglas son desconocidas para el humano y no están escritas en ningún lado. Ningún autómata puede acceder a ellas como para mostrárselas a un humano, por lo que ningún autómata puede ser programado con ellas. Por eso el autómata nunca podrá valorar y decidir por motus propio, en el modo en que el humano lo hace.

Ni la vida ni la cultura humana están amenazadas por chatGPT. Esta tecnología no representa ninguna amenaza para la civilización. Claro que personas malintencionadas podrán emplear esta nueva y prometedora tecnología para hacer daño y cometer actos criminales, pero esto es lo que el humano puede hacer con cualquier instrumento que emplea a diario. Los humanos pueden usar, y de hecho usan, automóviles para cometer delitos, pero el automóvil no representa una amenaza para la civilización. Los humanos no son tontos, no buscan moverse de un lado a otro en automóvil para de ese modo auto aniquilarse atropellándose unos a otros. Es de esperar que las aplicaciones beneficiosas de chatGPT superen abrumadoramente a los usos delictivos.

La única amenaza de chatGPT es para aquellos intereses establecidos en una sociedad plagada de privilegios y atropellos. Claro que chatGPT tiene el potencial de estropear negocios protegidos por intereses de gobernantes corruptos, de industriales ineficientes, de sindicalistas mafiosos o de burócratas perezosos. Ellos sí serán perjudicados. Pero este supuesto perjuicio es, en rigor de verdad, un enorme beneficio para la sociedad que podrá librarse de aquellos privilegiados y atropelladores que sí retrasan y destruyen civilizaciones enteras.

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lunes, julio 17, 2023

Causalidad...

La causalidad es una relación de precedencia necesaria entre eventos de la realidad. Esa relación determina un orden que se llama orden causal o relación causa-efecto. El caos es la ausencia absoluta de causalidad entre eventos, es la ausencia de orden. La mente humana es un orden que no puede concebir el caos. Eso conduce a plantear la pregunta de si ¿existe el caos en la naturaleza? Se puede estar seguro de algo: el hombre jamas podrá conocer aquello que su mente no puede entender. Lo que la mente entiende está asociado a la causalidad.

Para la mente humana, el orden siempre está presente en los eventos. Ese orden, esa regularidad, existe porque los eventos ocurren bajo leyes de causalidad que los rigen y los determinan. Esas leyes se pueden encarnar en fórmulas matemáticas, como es el caso de las leyes de la naturaleza, o bajo alguna otra forma más general como es el caso de las reglas escrita por los gobernantes para restringir a las personas, las leyes praxeológicas que rigen la acción humana, las reglas del lenguaje que rigen la comunicación o las reglas o programas que rigen y determinan la conducta de un autómata.

Cualquier avance cognitivo o tecnológico significativo viene asociado con el descubrimiento de estas reglas de causalidad. Por ejemplo el avance en las ciencias naturales, junto a sus impresionantes logros tecnológicos, se debe al descubrimiento de que la realidad natural viene dada por la operación de reglas escritas en lenguaje matemático. En este caso, las leyes de causalidad se escriben con tinta matemática. Usar esta tinta en el estudio de la naturaleza permite al ser humano descubrir y aprovechar estas leyes no sólo para conocer el mundo natural sino en el desarrollo tecnológico que lo favorece.

En el caso de las reglas de gobierno, si bien el hecho de lograr una sociedad con ciudadanos de conducta civilizada puede significar un avance para la condición de vida humana, en el fondo aún se desconoce si existe un substrato fundamental desde dónde pueden obtenerse esas reglas al modo similar a como las matemáticas permiten escribir las leyes naturales. Lo único que se sabe de las reglas de gobierno es que son escritas por humanos. Su substrato fundamental subyacente es desconocido.

Un caso similar a las leyes naturales ocurre con las leyes praxeológicas. Estas leyes, al igual que las naturales, son leyes no escritas por humanos y vienen dadas para el hombre. El gran aporte realizado por Ludwig v. Mises fue descubrir que estas leyes vienen dadas a priori siendo el axioma de la acción humana “el hombre actúa” el substrato formal fundamental desde donde pueden obtenerse todas ellas mediante implicancias necesarias. Este axioma es la única fuente de estas leyes. Se destaca que una regla trivialmente simple, como lo es el axioma de la acción, se encuentra en la base de un fenómeno extremadamente complejo como lo es la acción humana. La acción humana es compleja pero sus reglas son simples.

Galileo y Newton pusieron la semilla fundamental para el estudio de las leyes de la mecánica clásica. Ellos encontraron las fórmulas matemáticas correctas para escribir esas leyes. Einstein, con su novedosa teoría de la relatividad, encontró las fórmulas para expresar las leyes del espacio/tiempo que rigen la conducta del universo a gran escala. Maupertuis, Euler y Planck, entre muchos otros, descubrieron las fórmulas elementales para escribir aquellas leyes de la mecánica cuántica, tal cual hoy las conocemos, mediante el famoso modelo estándar de la física. Probablemente Aristóteles y Platón hicieron lo suyo al establecer algunas leyes de gobierno. Y sin dudas Mises descubrió el substrato fundamental desde donde surgen las leyes de la acción humana que comprenden, entre otras, a las leyes económicas.

Dada las limitaciones propias de la mente humana, homo sapiens nunca puede ser omni sapiens. Siempre habrá algo por descubrir. Por ejemplo en Biología, una de las estrellas de las ciencias naturales, se desconoce por qué el adn tiene la estructura y la forma que tiene. Pero si se sabe que cuatro bases químicas combinadas de diferentes maneras puede dar origen a una enorme complejidad. Sus reglas químicas son simples aunque los sistemas biológicos son muy diversos y complejos. La naturaleza misma parece aprovechar este principio de conservación por el cual una regla simple permite crear algo extremadamente complejo.

Lo mismo puede decirse respecto a las reglas que rigen el lenguaje o aquellas que determinan la conducta de un autómata. Es muy probable que reglas simples permitan generar lenguajes complejos o robots de capacidades hoy inimaginables. Cualquier abordaje teórico de algo exige el descubrimiento y estudio de sus reglas. Como principio general, la noción de regularidad y orden siempre presupone reglas preexistentes que habrá que descubrir y estudiar. Esto no sería necesario en una situación presuntamente caótica.

En principio, el caos es una noción sin sentido y no caracterizable satisfactoriamente. La expresión “estado caótico” se emplea para representar una situación desordenada en extremo pero ordenada al fin ya que, dada la estructura de la mente humana, no es posible la ocurrencia de eventos en ausencia de causalidad. La ausencia de orden es inimaginable. Para la mente humana, el desorden puede ser extremo pero la ausencia de orden es imposible, salvo en la nada misma.

Para el ser humano, aquellas situaciones reales (eventos, procesos o cambios) en donde parece no existir orden alguno, en donde parece romperse toda relación de causalidad, ocurren porque aún persiste alguna carencia cognitiva dada la información fragmentaria del evento, proceso o cambio. Tan pronto como mejora la precisión cognitiva emergen el orden y la causalidad subyacente.

En física suele decirse que la mecánica cuántica rompe las leyes de causalidad. Existen eventos cuánticos que parecen violar la causalidad! Pero esta aparente ruptura surge porque la lente conceptual o matemática con que se miran los eventos cuánticos no permiten distinguir ciertos detalles de causalidad y orden a ese nivel. Se requiere una mejora instrumental para observarlos. Tal como suele ocurrir en fenómenos complejos, esta mejora podría consistir en el descubrimiento de un conjunto de reglas más generales y más simples que las habitualmente aceptadas.

La información hoy disponible sobre eventos cuánticos sólo permite abordar un estudio del fenómeno mediante métodos estadísticos porque, con las matemáticas aplicadas al caso, no es posible capturar en detalle las causas que operan a ese nivel. Nadie sabe en rigor si lo que últimamente subyace a los finémonos cuánticos es sólo una ley probabilística o, lo que es paradójico pero probable, ciertas leyes causales desconocidas. Si existen otras leyes, su descubrimiento mostrará la regularidad que rescata toda aquella causalidad supuestamente invalidada en la situación precedente.

Si nos abstraemos por un instante e ignoramos las limitaciones de la mente humana para suponer que en la realidad de la naturaleza aún existe el caos, pues siguiendo la regla de la simplificación se podría postular que la ausencia de causalidad es la más simple de todas las reglas y por ello da origen a la más compleja de las situaciones, tan pero tan compleja que no admite explicación alguna por vía de facultades mentales. La mente no puede concebir esta regla absolutamente simple, lo cual vuelve inimaginable a su complejidad absoluta consecuente.

Este desconcertante pero fructífero vinculo entre simplicidad y complejidad podría colocar en posición inmejorable a un supuesto creador: Aplicar la regla más simple de todas y sentarse a observar la extrema complejidad de su creación!

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jueves, junio 29, 2023

Actuar sobre el Instinto

Existe una clara distinción entre el comportamiento humano consciente (deliberado) y el comportamiento inconsciente. Lo consciente pasa por la razón y la voluntad. Lo inconsciente no pasa por la razón, es una respuesta o reacción de las células, los músculos y nervios del cuerpo a ciertos impulsos e instintos. Esta distinción es bien clara para la praxeología (la teoría de la acción humana) aunque no suele ser tanto, incluso para otras ramas de la ciencia de la acción humana como la psicología y la sociología. ¿De dónde proviene la discrepancia?.

La conducta voluntaria, consciente e intencional del ser humano, es la definición de acción humana. Actuar es comportarse intencionalmente. Esta conducta es exclusiva del humano. La conducta involuntaria se llama conducta impulsiva/instintiva y es compartida entre humanos y no humanos. Esto es así para la praxeología pero no lo es para la psicología instintiva y la sociología instintiva. La ciencia instintiva sostiene que cada acto humano no está determinado por la razón sino que surge de rincones más profundos de fuerzas, impulsos, instintos y disposiciones innatos del humano que no están abiertos a ninguna elucidación racional. De este modo el instinto, y no la razón, es el determinante (el motivo último) de la acción.

El problema con este juicio de la ciencia instintiva es que su argumento queda indisolublemente ligado a la acción y la razón. El argumento es, en sí mismo, una acción formulada con la razón. Es decir, se intenta negar que la acción está determinada por la razón empleando una acción determinada por la razón1! Entonces, para intentar negar que la acción está determinada por la razón, la ciencia instintiva tendrá que encontrar un argumento que no sea una acción determinada por la razón, lo cual es literalmente imposible porque cualquier argumento es una acción elaborada con la razón. Una contradicción lógica de la ciencia instintiva es la causa de la discrepancia.

Puede ser que ciertos aspectos profundos innatos del ser humano estén determinando los objetivos y fines último de la acción tal como lo sostiene la ciencia instintiva, pero esto no invalida el carácter racional y deliberativo de la acción. Actuar es aplicar medios para alcanzar fines. Los medios que el ser humano elige para alcanzar fines (para su satisfacción) están determinados por consideraciones racionales de costo/beneficio, de pérdida/ganancia. La elección y aplicación de esos medio para alcanzar fines implica, en última instancia, un fenómeno racional (consciente) de comparación de medios valorados con fines valorados; del saldo de esa cuenta se decide hacer, o no, algo.

El ser humano actúa incluso bajo condiciones de impulso emocional. Las emociones desordenan las valoraciones pero no las anulan. El ser humano siempre valora, elige y actúa por medio de la voluntad y la razón. Esto lo caracteriza y lo coloca por encima del resto de las bestias. El resto de los animales siempre cede y se somete a sus impulsos e instintos. Sin embargo el humano tiene la facultad de ajustar su conducta deliberadamente y con ello doblegar y sobreponerse a las emociones, impulsos e instintos. Él puede racionalizar su conducta. El ser humano elige2, siempre actúa, incluso en el caso en que es doblegado por un impulso o instinto intenso. El hombre está preparado para actuar sobre el instinto.


1 La expresión “acción racional” carece de sentido porque la acción no se define por su racionalidad o irracionalidad. Cada acto es deliberado mediante la razón. Tampoco tiene sentido hablar de fines y medios racionales o irracionales. La conducta deliberada del humano es eso: deliberada. Lo irracional empieza cuando algo racionalizable no se puede racionalizar, dada las circunstancias. Por ejemplo, un ultimate given (un elemento no analizable) de una teoría es irracional porque circunstancialmente no es analizado en sus elementos constitutivos; pero el método que llevó hasta ese punto es siempre racional. La acción puede ser racional o no, pero todo lo que llevó a la acción (a aplicar medios para alcanzar fines) es racional.
2 El humano siempre elige y por ello su conducta se dice voluntaria. Vivir o no, vivir mejor o peor, seguir o no sus instintos, controlar o no su cuerpo, reprimir o no sus impulsos, cooperar o no hacerlo es siempre el resultado de una elección. Es el dominio de la voluntad y la razón puestas en plena operación.
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viernes, junio 09, 2023

Pensamiento Correcto

El razonar, el pensar correctamente, es un atributo de la razón. La razón es una facultad fundamental de la mente humana, así como lo son la emoción y la voluntad. Estas facultades caracterizan al ser humano. Es lo que nos distingue de cualquier otro miembro del reino animal. Las facultades de la mente operan coordinadamente. Se desconoce cómo lo hacen, pero sus funciones son distintas. En la razón ocurre un fenómeno muy especial: los eventos lógicos. Veamos con algún detalle lo que significan estos eventos.

Los eventos lógicos son eventos de la mente, ocurren dentro de la mente y no se los encuentra en otro lugar del cosmos; no que se sepa. La ocurrencia de los mismos implica un orden interno (una estructura ordenada) que sirve para calcular. Por analogía a como lo hace un ordenador electrónico, el cálculo sería imposible sin tal estructura primordial. La estructura, que precede1 al cálculo, crea un orden interno que puede ser empleado para interpretar cualquier otro orden accesible a la conciencia humana. Esta estructura realiza cuentas lógicas por medio de lenguajes lógicos, siendo estas cuentas el resultado (la manufactura final) de los eventos lógicos.

Las características fundamentales de la estructura lógica de la mente, de este gran ordenador, quedan reunidas en las Leyes o Principios Lógicos. Estos principios fueron descubiertos por Parménides de Elea y formalizados por Aristóteles hace más de dos mil años.

Hay tres principios inicialmente formulados: el principio de identidad, el principio de no contradicción y el principio de exclusión. Unos dos mil años después, en el año 1666, Gottfried Wilhelm Leibniz formalizó un cuarto principio que se llama principio de razón suficiente. En general, los principios se enunciaron originalmente en términos ontológicos (del ser), pero su posterior formalización se hizo en términos de un lenguaje formal que permite hacer cálculo lógico formal.

Principio de Identidad

Este principio caracteriza, pone de relieve, lo que significa para la mente humana la existencia de algo.

Versión Ontológica: El Ser Es
Esto quiere decir que cada objeto es idéntico a sí mismo, el ser es el ser.
Versión Formal: A∧A
La fórmula captura el principio en términos de un lenguaje formal afirmando que un objeto es idéntico a sí mismo, o idéntico a su predicado (A es A). O también que un enunciado (o proposición) siempre es idéntico a sí mismo. Obviamente el principio es una verdad innegable, más allá de lo que pueda estar expresando A.
Pincipio de No Contradicción

La pregunta que se intenta responder con este principio es: ¿puede algo ser y no ser al mismo tiempo? ¿existe tal superposición? El principio imposibilita la aparición de contradicciones en el pensamiento riguroso y en la realidad. Sostiene la idea de que algo y su contradictorio no pueden ser ambos verdaderos.

Versión Ontológica: El Ser es contrario al No Ser
Esto quiere decir que algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y en el mismo sentido. El ser es, no puede ser a la vez no ser.
Versión Formal: ¬(A∧¬A)
La fórmula dice que un enunciado o proposición A en conjunción con su contradictorio ¬A es falso, por lo que su negación es verdadera; en cuyo caso A no puede ser verdadera y falsa al mismo tiempo. También se puede decir que ’A es A’ y ‘A no es A’ no son ambos verdaderos. Esto último también queda registrado en la fórmula (A∧A)∧(A∧¬A) es falso, aunque esta sea una fórmula redundante.
Principio de Exclusión

La pregunta que se intenta responder con este principio es: ¿puede algo ni ser ni no ser al mismo tiempo? ¿hay una tercera posibilidad? El principio se conoce como principio del tercero excluido y viene a complementar el principio de no contradicción, el cual no excluye la posibilidad de que ocurra un resultado intermedio entre A y No A. El principio imposibilita algo distinto a ser o no ser. Garantiza que una de las dos posibilidades sea verdadera. El principio no permite que un enunciado sea ni verdadero ni falso al mismo tiempo y en el mismo sentido por lo que tendrá que ser o verdadero o falso.

Versión Ontológica: O A es o A no es. Ser o No Ser.
El enunciado dice que no hay término medio entre el Ser y el No Ser. Observe que la posibilidad de que ambos enunciados sean verdaderos es bloqueada por el principio de no contradicción; por esto ambos principios se complementan.
Versión Formal: A∨¬A
La fórmula sostiene que dos juicios contradictorios no pueden ser falsos al mismo tiempo. Se puede decir que A es A y A no es A no son ambos falsos. Con lo cual el juicio A es A y su contradictorio, el juicio A no es A, no pueden ser falsos a la vez.
Principio de Suficiencia

Este principio se conoce como principio de razón suficiente. Está bajo permanente escrutinio epistemológico pues no todos los lógicos lo aceptan como satisfactorio. El principio sería como una versión precedente a la categoría de causalidad y captura las condiciones que garantizan la manifestación del ser y no ser.

Versión Ontológico: Razón implica al Ser o RAZÓN(Ser).
Esto quiere decir que hay una razón suficiente para la manifestación del ser. Todo lo que ocurre, tiene una razón suficiente para que así sea.
Versión Formal: ∀A∃ Razón⇒A. RAZÓN(A).
La fórmula expresa que para todo ser, llegar a ser o conocer existe una razón suficiente, que es la razón de ser, llegar a ser o conocer. No es incorrecto expresar que el ser abarca al llegar a ser y al conocer (proposiciones), pero la distinción se hace para aclarar los alcances lógicos del principio. Alcanza con entender que algo (llámese A) tiene una razón suficiente y esto se formula como RAZÓN(A).

Conclusión

Los cuatro principio de la lógica pueden ser reunidos en una única fórmula donde se establece la regla, la estructura lógica, bajo la cual ocurren los eventos lógicos mediante los cuales la mente realiza el cálculo lógico correspondiente:

RAZÓN(A)∧(A∧A)∧¬(A∧¬A)∧(A∨¬A)

o más formalmente:

R(A)∧(A∧A)∧¬(A∧¬A)∧(A∨¬A)


Todo enunciado, formal o informal, consistente con esta regla se dice que está bien formado y es verdadero apriori. La regla está dada a priori en la mente de cada ser humano. Es universal e inmutable desde que el hombre es hombre. Ningún humano la puede negar sin presuponerla. Es una regla fundamental que determina la estructura lógica de la mente pero que también se puede proyectar como una ley universal e inmutable válida sobre todo el mundo real.

Cualquier estructura o máquina lógica que cumpla con esta regla apriori habilita la ocurrencia de eventos lógicos en donde el cálculo lógico subsecuente, efectuado mediante un lenguaje bien formulado, quedará caracterizado como si fuera un razonamiento o pensamiento correcto.


1Para ilustrar esta precedencia se puede emplear la analogía de la taza de café. El café o contenido, previo a ser ingerido, debe quedar confinado en un recipiente que lo contiene. La taza o continente es la forma que toma el café previo a la ingesta. La forma del café lo precede y es válida para todo café que se ingiere con esa taza. Algo similar ocurre en la razón. El producto de la razón, los eventos lógicos, requiere de la estructura lógica previo a su elaboración, pués tal estructura los manufactura. La forma es precedente y se aplica a todo evento lógico. Esto otorga el carácter apriori a la estructura lógica de la mente. Y si la estructura es apriori, sus principios fundamentales también lo son.
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domingo, mayo 21, 2023

Causalidad Apriori

Ludwig von Mises señala que "...el ser humano está en condiciones de actuar sólo si tiene la habilidad de descubrir las relaciones de causalidad que determinan el cambio y devenir cósmico..." Por esto, Mises sostiene que la causalidad es una categoría de la acción humana: el hombre puede actuar sólo si descubre causalidad. Pero el cambio y devenir cósmico está más allá de la existencia humana. Si el ser humano descubre la causalidad, entonces hay algo muy profundo, capturado por la esencia humana, que permite categorizar a la causalidad como un principio fundamental universal. ¿Qué es esto?.

El secreto se revela en la razón. La causalidad se puede enunciar como un principio fundamental de la razón: Cada Evento Tiene Causa. Hay dos palabras importantes en este enunciado. La palabra Evento y la palabra Causa. El significado de estas palabras es de carácter coherente y universal. Todas las personas entienden lo que significa Evento y lo que significa Causa. Un evento es algo que ocurre y la causa es lo que lo trae a la existencia. Son nociones apriori.

Esto hace sospechar que el principio, así enunciado, es una verdad apriori. Pues esta sospecha está en lo cierto porque cualquier intento de negarlo lo presupone. Si se niega la existencia de eventos o causas pues al enunciar ésto se los presupone. Y si se niega la existencia de causa para un evento pués se está negando la existencia del evento; y dado que (¬C⇒¬E)⇒(E⇒C), luego se tiene que cada evento E implica una causa C. Queda claro que cualquier objeción al principio, lo presupone.

Este argumento se puede llamar el “Apriori de la Causalidad”. El principio permite establecer un orden en la mente humana. Sin él, no existiría la razón. El principio de causalidad es una verdad apriori ordenadora de la mente. Además de existir, el principio tiene un carácter de unicidad. Sólo la mente humana puede producir enunciados válidos apriori. Resultados innegables. El principio es de carácter universal, pues vive en la mente de cada persona. Ningún enfoque filosófico puede negarlo porque, en general, no es posible escapar a las leyes de la razón. Esto permite afirmar que en la mente viene escrita la noción de causalidad apriori.

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